Hace muchos años, los más mozos jugaban a las chapas en la calleja que hay detrás del ayuntamiento, antes de subir a la Cantarilla. En aquellos años llegó a estar prohibido este juego, porque se jugaba con dinero, y cuentan que el alcalde, vigilaba a los jovenzanos que jugaban a escondidas de éste en el que, desde entonces, pasó a denominarse como Callejón de las Chapas.
Los niños y niñas más pequeños jugaban a las “Tabas” , a los “Santos” , a las “cuatro esquinas” , a las “Calderas” con el “tejo” , al salto del burro o “Churro va” , y al “Salto de la Picaraza” . En las fiestas, además de los campeonatos de bolos y guiñote, también había carreras de pollos , una carrera similar a la maratón, en la que no se puede correr; y también carrera de burros , en la que los participantes debían de ir montados al revés.