El Olmo, al margen de su naturaleza y su función habitual, ha sido para nuestro pueblo un punto de encuentro y un monumento histórico para muchas generaciones. Su lugar de emplazamiento creemos que no fue una elección casual, una encrucijada de calles, las llamadas Cuatro Calles , que son la del Palacio, la del Olmo y la Mayor, ésta última en sus dos tramos.
Bajo sus ramas ya han pasado muchos Encuentros Gloriosos entre la Virgen y el Niño el día de Pascua. Este árbol es uno de los pocos olmos que, probablemente, quedan en nuestra provincia. Su estratégica situación induce a imaginar este espacio como antiguo lugar de reunión del pueblo.
A continuación se relatan unas “décimas” escritas en 1989 por Honorio Martínez a este olmo más que centenario, y que se ubican en una placa de cerámica expuesta en una fachada de las Cuatro Calles :
“En la querida Cihuela, “A tu copa ancha y sencilla,
que es un pueblecito de Soria, estos versos les imputo,
vive un Olmo con historia pues eres como tu fruto
que todo poeta anhela”. con una sola semilla”.
“En una viviente estela, “El tiempo se te arrodilla,
plantado entre cuatro esquinas, porque eres fuerte y robusto,
y cada rama se inclina y un poeta tiene el gusto
como saludando al mozo, de brindarte el corazón,
dándole sombra y reposo cuelga, pues, la inspiración
en simbiosis noble y fina”. en tu ramaje tan justo”.