Los más comunes son el Guiñote y el Tute, practicados a diario en el bar por nuestros abuelos e incluso jóvenes. Son partidas acompañadas con el tradicional café o el carajillo, saboreando el purito o los celtas . Las partidas van desde pasar el rato hasta llegar a jugarse las rondas, se respira la tensión en la que los participantes no pueden hablar ni hacerse señas. Todo lo contrario que en el Mus, practicado por los más especialistas.