Es común en las comarcas de Soria, y exclusivos de las mujeres. Los bolos eran construidos tallando la madera con una hazuela y la hoz. El juego se realiza al aire libre, poniendo los bolos a una debida distancia, nueve de ellos en filas de a tres, y un último bolo, el más alto, la “minga” , colocado al final. Los bolos que se derriban suponen un punto, y la minga cinco puntos.